José Gobbeé en su disertación destacó que estamos viviendo un momento único de crecimiento de la demanda de alimentos récord, debido al incremento de la población y el cambio en la dieta en las últimas décadas. Sumado a esto, destacó que desde hace algún tiempo hay nuevos flujos de fondos al sector agroalimentario especialmente provenientes de nuevos jugadores los cuales se multiplicaron por 5 en los últimos 10 años y multiplicaron por 4 los fondos invertidos en el sector, registrando en el 2016 más de 60 billones de dólares. Sus proyecciones indican que como mínimo se triplicaría hacia 2030 llegando a USD 200 billones sin incluir inversiones forestales.
Los nuevos jugadores no existían en el 2003, han crecido en número y en cantidad de fondos invertidos, y esperan seguir creciendo porque necesitan invertir más pero no encuentran productos para hacerlo y además aún siguen invirtiendo un porcentaje muy bajo en el sector agroalimentario. En definitiva en la actualidad existe una superabundancia de capital pero bajas tasas de rendimiento. Los nuevos jugadores ven al sector agroalimentario como un mercado interesante en el cual invertir por la posibilidad de obtener mayores rendimientos que los bonos y para diversificar a través de la baja correlación de las Inversiones del sector con la inflación y otras inversiones. Los nuevos jugadores son: Fondos de pensión, Hedge Funds, Fondos Soberanos (SWFs), Family Offices (SFO y MFO) + HNWIs, Fondos de Private Equity y Venture Capital.
En dónde invierten los nuevos jugadores: 58% en américa del norte, 12% en Latinoamérica, 10% en Europa, 20% resto del mundo.
Los Fondos de Pensión son los mayores jugadores en tamaño, manejan US$30 trillones con inversiones de $15-$20 billones en agro.
Por su parte, los Fondos Soberanos realizan sus inversiones en el agro ya que les interesa la producción de alimentos como Seguridad Alimentaria Estratégica. Existen tres grandes grupos de Fondos soberanos: Medio Oriente o petroleros, asiáticos y Países desarrollados (países nórdicos, EEUU, por ejemplo).
Además el especialista abordó el nuevo concepto en Seguridad Alimentaria (motivo de inversión de los Fondos soberanos), donde el objetivo de los países no es producir en el país todos los alimentos (autosuficiencia); sino invertir fondos propios en países eficientes en producción de alimentos (Argentina por ejemplo) a través de SWFs para luego importar alimentos. Por ejemplo China ha invertido en la última década u$s 91 billones en 300 empresas de agroalimentos.
Luego, el Ing. Gobbeé destacó que las perspectivas de la OECD-FAO para el 2016-2025 prevén:
- Continúa el aumento de población, 2 nuevos billones (2014-2020);
- Continúa aumentando la población urbana y disminuyendo la rural, aumenta el número de personas que comen fuera de su casa.
- Continúa la demanda de proteína animal, 2 billones se incorporan a clase media (2014-2030)
- Disminuye la demanda del sector de energía
- Variables macroeconómicas no tan favorables
Estas proyecciones son oportunidades para Argentina para producir productos que el mundo demande. También presentan un gran desafío para todo el sector agroalimentario que exige incrementar la productividad para producir más con menos. Según el especialista a partir de la última década la revolución tecnológica en el sector vendrá de parte de las AgTech: FoodTech, Agricultura de precisión, Biotecnología y tecnología del suelo, Microsatélites, internet de las cosas, entre otros. Tanto es así que las 5 grandes empresas de insumos para el agro ya están invirtiendo en AgTech. Monsanto lidera el camino al comprar por u$s900 millones “Climate Corp”, Frayley (Monsanto CTO) declaró que Monsanto se convertiría en una empresa de Data Management.
Argentina y la región ha tenido empresas tecnológicas en otros sectores que han sido pioneras y hoy se encuentran valuadas en varios billones de dólares como MercadoLibre (u$s6,2 Billones) y Despegar (u$s1,3 Billones). Por lo que también existe la posibilidad de empresas argentinas pioneras en AgFoodTech, tanto es así que el número de Startup en Latinoamérica pasó de 9 en el año 2000 a 131 en el 2016.
En conclusión, el mundo necesita alimentos. La región será la principal proveedora y existen nuevos jugadores con fondos disponibles. Pero es necesario tecnología y conocimiento de Agro. La región posee un alto conocimiento de agro y, además, existen casos exitosos en Startup Tech y emprendedores en Latinoamérica. Por todo esto, estamos ante una oportunidad histórica para las AgTech en la región.